No me dejes nunca caer ni olvidar, que es maravilloso vivir y luchar. Soy más frágil de lo que crees, si no estás conmigo me marchitaré.

Mi talismán llama

Ah, te pude ver y el humo no me irritaba. Esta vez no escondías trucos de magia para mi. Esta vez yo era sólo Rómulo y vos sus esposa, su parte humana. Eras vos, al fin, la que me convertía. Eras como la luz en los ojos de un dictador al ver a su hija... Eras como sangre en tus pestañas. No puedo verte, necesito verme a mi entre las figuras que se asemejan lo suficiente, y necesito aire denso y hambre.
Imágenes fugaces de tu futuro, alondras y cascabeles... picotean el pan, toman el vino. Bosques subterráneos en tu hemisferio izquierdo, una pluma. Algo así como la libertad reducida a un sonido, una mirada. Te anuncian que se acerca con todo aquello que esperás. Rizos infinitos te cubren, ves desde arriba, sólo una vez. Recordalo.
Las nenas con castillos de vidrio no soportan el frío, pero se rompen al Sol

Eucalipto

Sólo te recordaré entre el humo y las sombras de mi habitación, como algo que no fue y no debió ser, y por eso mismo te extrañaré más. No estabas ahí pero yo te veía. No me tocabas y te sentía. Conozco tu olor, lo siento justo ahora. No puedo pedir perdón ni dejar de jugar con vos a esto que no termina. Tal vez me aburrí, pero no voy a poder volver, tengo que aprovecharte.
Entre el humo te veo, difuminada en el otro rincón. Me estás mirando. Estás deseando acercarme. Tal vez me anime a buscarte, salir de acá casi reptando cuidadosa. Esperame, me da miedo. Me van a agarrar. Me vas a agarrar. No me pierdas de vista.

Multicolor


Casitas de colores. Un claro, un oscuro.

Pasillos iluminados con pequeños ventanales nos empapan de tiempo para pasarlo las dos.

Puntos van y vienen, no con rumbos obligados si no como los pinte el sol. Recostate en el sillón mientras te voy rozando con cada una de mis pestañas en tu cuerpo que está tibio.

Mirás la pared y enceguecés una vez más, con ansias de bailar junto a ellos.

Te observo. Te ves dulcemente graciosa, como si fueras demasiado vos (tanto que ya no lo serías).

Personitas de colores, en continuo movimiento. Amandose, odiandose, acariciando sus emociones. Unas tienen los ojos negros y las uñas verdes, y otras simplemente son rojo y amarillo.

Con un pie para adelante y dos orejas izquierdas se proponen girar en círculos para encontrarme a mi... pero vamos a jugar a las escondidas y sin trampas. Vamos adentro de la heladera, creo que vas a necesitarlo.

Calles empedradas y multicolor, con un envoltorio de sonrisas tirado por ahí. Hay un cielo que se viene abajo y un reloj marcando que es tarde, al cual no vamos a mirar más.

Entonces es hora de empezar otra vez

Un girasol de sonrisas, llenas de solcito a la mañana, hojas de los árboles cayendo sobre tu cabeza y un diente de león que solía ser.
Estamos sentadas, y una vez me dijiste que no te gusta cuando hay muchas nubes o cuando nos quedamos sin galletitas. Me pongo a pensar en todo aquello que dejamos pasar mientras veiamos a las flores estremecerse, tan graciosas y elegantes.
Me decís, como leyendome el pensamiento "Que líndos son los días juntas, ¿no?"
Te digo que sí, te miro y me pongo a escribir.
Siempre termina todo y nunca empieza nada, pero le encanta tener sueños.

Sonría, le estamos robando

Como un ladrón que se te acerca con un altavoz y sólo en el volumen más fuerte alardea que quiere cuidarte. Y te tira gente de gas orégano que repite una y otra vez lo que viste girar y vaciarse en el lavarropas, el otro día. Y lo mejor se fue por un tubito, con el agua.
Sólo queda una persona vacía, pero ojo, huele bien... y ni hablar de su color.

Haciendo Plata -

Para nuestro Macri querido.

Les traje confites

Ordenás tus ideas en un cajón muy lindo con candado. Y la llave está en un cajón muy lindo con candado, y a la llave la tenés vos. Pisas sobre la luz del sol en la madera que hasta hace poco sonaba. Te asustaba.
No va a salir nadie por debajo de la cama. No va a entrar nadie por debajo de la cama. O si querés si, pero no olvides acordarte de la llave.
Recitá un conjuro mágico guardado en un cajón, pero no te creas que sólo vas a necesitar un cajón lindo con candado.

Recuerdo

Como quien mete, conscientemente, las manos en el enchufe, mientras todas esas voces te repiten y suplican que no lo hagas.
a r c o i r i s

Te quiero algo así como un número periódico

Tiramos la sombra que se escurre entre las maderas y, esta vez despedazada, cae para encontrarse con su nueva realidad: es libre de nosotras.

Axolotl

Un pájaro. Azul, hermoso.
Tiene patas de pájaro, pequeñas e inquietas.
Tiene piel de pájaro, plumas azules como todo pájaro azul.
Tiene sangre de pájaro.
Tiene pico de pájaro y su cabeza es, obviamente, la de un pájaro.
Pero en sus ojos estoy yo.

Estrellas Fugaces

No puedo creerlo todavía. Estarme ahogando con una estrella fugaz. Mi cama se siente fría y el pasto no me abriga bien. La noche clara me invita al insomnio y camino en descendente. Todo se ve muy marrón y lleno de gusanos. Se van a comer la madera. ¡Mi ropa los quiere pisar! Subo al Sol de nuevo, pero ahora todo es más gracioso. Estás de cabeza y no entendés nada. Me hablás y veo esa cara en tu mentón que me obliga a girar lo que me decís. No te aburras. Hay un cuadro sobre el techo y podemos mirarlo toda la mañana. Y mañana. Volvamos a dormir, tanta realidad me hace mal.

Desilusiones matemáticas

Un monomio camina por la calle tranquilo. Mira los rectángulos de las casas, los círculos en los árboles y las líneas sobre el pavimento. Se mira: es tan negativo que se enoja al ver un algodón de azúcar con su nene, tan dulce y sin forma, por lo menos no es concreta. Además es celeste.
¿Qué monomio como la gente sería CELESTE? Celeste es la sonrisa del nene. Jamás se le pasaría por la potencia.
Camina, camina, camina… ¡Y FRENA!
Hay muchos polinomios. Monomios como él, unidos.
¿Unidos? Qué vergüenza. ¡Qué aberración al individualismo! Ellos planean destruir el algodón de azúcar y a su nene, y a la sonrisa, y a la nube y al pasto y al sol; esas cosas que no necesitan llamarse Forma, Monomio ó Polinomio.
El monomio, malhumorado, cambia. Se pone optimista, piensa en positivo. Positivamente se van a unir para romper todo.

Ideales transparentes

¿Para qué sirven los paraguas transparentes, si no para ver la lluvia sobre vos sin que se meta (literalmente) en tu pupila? ¿Cuál es su otra finalidad?
¿Has visto alguna vez a una mujer o un hombre bajo un paraguas transparente, mirando hacia arriba maravillado? ¿Le preguntaste qué hacía? Seguramente te respondió “Sólo compré este paraguas para ver la lluvia a través de él. Es lo que más amo en el mundo entero”. Seguramente también esa persona se acuesta a ver elefantes de nube y girasoles inquietos. ¿Te fuiste entonces satisfecha, pensando en la gente linda que camina por Buenos Aires?
Me imaginé.